DE EL PAULAR A LA CASCADA DEL PURGATORIO

10 de marzo, cojemos el coche, mi nuevo corsita, bueno nuevo para mi pero el pobre tiene ya sus 10 añitos, aunque esta hecho todo un campeon!!, no dirijimos hacia la sierra de Madrid, a Rascafría en concreto al Paular, un lugar en el qeu se junta lo clásico con lo moderno. Allí comenzó nuestra ruta. Entramos en el monasterio un lugar de culto cristiano, por fuera impresiona pero por dentro te deja boquiabierto, al llegar nos decidimos a entrar porque yo queria comprarme un queso que los monjes hacian ellos mismos, bueno pues asi lo hice, todavia no lo he probado ya os contare que tal sabe. Cuando terminé de comprarlo, justo a las 12 de la mañana, comenzaba una visita guiada por el monasterio, un monje de manera "gratuita" nos iba a mostrar sus interiores, solo al final se le daba la voluntad. Al entrar a la capilla se cerraron las puertas tras nosotros, me senti algo atrapada no podiamos salir hasta q no acabara la visita, comenzamos viendo un retablo que tenia varios siglos, y el ultimo nogal negro se utilizo para construir los asientos de los monjes del 1500 despues de cristo, ironico, en vez de hacer por conservarlo se opto por utlizarlo para ese fin. Conforme avanzaba la visita se produjo un par de anecdotas curiosas con el monje que nos guiaba, me sentia como en el cole rodeada de adultos como niños, solo falto que el monje los castigara de cara a la pared por hacer fotos con flash y eso que el repitio varias veces qeu no se podian hacer ya que se estropeaban las obras de arte alli expuestas. Casi al final de la visita entramos en una sala donde el marmol predominaba en una multitud de colores, rosaceo, amarillo, anaranjado, habia una obra en medio de una salita que resulto ser la sorpresa de todos, era un custodio en medio, con una magnitud tremenda, era realmente llamativa. Cuando salimos del monasterio continuamos el camino hacia el puente del perdon alli lo atravesabamos y llegamos al inicio de nuestra ruta a pie, nos esperaban 6 Km de ida a las cascadas del purgatorio, un lugar escondido en una grieta de la montaña, antes de comenzar la subida atravesamos las presillas, construidas en una planicie donde la gente va a pasar las tardes de temperatura agradable, hacia un sol que nos acabo quemando las mejillas, al dejar atras las presillas nos adentramos entre los robles, al inico no custa mucho la caminata pero conforme te acercas a las cascadas el camino se hace mas abrupto y el sendero comienza a desaparecer quedando un pequeño camino entre las piedras rodeando el rio, el sonido del rio se hace constante en el trayecto, el agua corre rapido como huyendo de su inicio, es cansada la subiada pero muy agradable a la vista, el tacto del viento y el sonido de las aguas. Una vez llegado a la cascada toca el camino de vuelta tras un descanso para el almuerzo, merecido descanso. Es una ruta sencilla os la recomiendo y cerquita de madrid en un dia se puede hacer sin prisas.