viernes, 23 de febrero de 2007

SEGOVIA, Y SU BARCO ENCALLADO

Era un domingo de verano, a finales de Julio, cuando el asfalto en Madrid desprende una humeante aureola de calor, temprano cojí mi pequeña mochila y me dirigí a la estación de autobuses que me llevaban directamente a Segovia, una ciudad a pocos kilómetros de Madrid.Al llegar el calor no era tan elevado como desde donde partí ya que se encuentra en una latitud diferente de la meseta, pero se disfrutaba del sol, y de una suave brisa. Al bajarme en la estación nos dirijimos a la ciudad, intentando aprovechar cada minuto del día, llegamos al acueducto, famoso lugar por el que Segovia es mundialmente conocido, es increible poder observar un monumento arquitectónico que tiene cientos y cientos de años, y ahi sigue, ha vencido a los humos de los coches que antaño pasaban por debajo de sus arcos, al pasar de los siglos, de las luchas, de los enfrentamientos cercanos y a tantas cosas que podían haber acabado con él, pero ahi está aguantando el paso del tiempo, arraigado a la tierra de Segovia.
Este acueducto es uno de los pocos monumentos destinados al transporte de agua que se utilizaban en la época romana que aún hoy podemos observar en gran parte de su totalidad, sin embargo el acueducto ya lo conocía, en el colegío nos llevabaron las monjitas a verlo en un dia de campo en primavera, pero había algo de la ciudad que no conocía, algo mas alejado del acueducto, EL ALCAZAR, es increible pensar que un edificio así se dedicara para la guerra, que manía de destrozar la belleza que producimos. Cuando llegué a sus inmediaciones me quede sin palabras, era un castillo de princesas y principes, de cuentos de adas de esos que nos imaginamos cuando somos niños, con sus torreones, sus jardines, cada sala tiene su encanto, lo unico que sino eres de Segovia se tiene que pagar 6 euros pero su restauración los compensa. Cuando creí que habia terminado de quedarme sorprendida con él , bajamos a unos bonitos jardines que lo rodean, con un rio bañando sus murallas, y una explanada desde la cual se divisa lo que parece la proa de un barco, es la parte de delante del Alcazar como una especie de buque navegando por las tierras castellanas que llego a encallar en esa colina, solo es cuestión de imaginárselo, intentadlo no es dificil verlo tal y como os lo cuento. Como cuando eramos pequeños y nos imaginabamos todo tipo de fantasias. Probad!
Desde lo alto del Alcazar se puede divisar una pequeña iglesia templaria, dicen que se situaron ahi los templarios por ser un lugar mistico, aparece ahi de la nada solitaria sin nada alrededor, como vigia del entorno, de la ciudad, de las gentes...
EL acueducto, el Alcazar, la pequeña iglesia, los rincones de la ciudad, las gentes...... ;)

1 comentario:

Unknown dijo...

Bonito sitio para enamorarse y del que enamorarse, todo tiene su misterio.

Hay muchos rincones ocultos y profundos y no tantos,y si en lo profundo encuentras un tesoro no te soprenda que valga más que el oro.